martes, 12 de septiembre de 2023

12-09-2023

 Hoy, nuevamente, es mi cumpleaños.

Finalmente 25. Soy adulta, pero sigo siendo niña.

Para muchos es fácil, otros están experimentando su desarrollo de personaje en ese momento.

Yo... existo. Esa es mi definición por ahora, mañana no sé. 

Solo sé que hoy sigo adelante y aprendo. Gente linda llegó y trajo consigo recuerdos maravillosos, gente se fue y me dejó lecciones importantes.

A ti, lector (a) de mi post, gracias, porque si sigues en mi vida es porque te aprecio aunque la distancia tenga partido. 

Gracias a mí también, porque mi mejor amiga dijo "este día [es] especial, porque demuestra lo mucho que [he] crecido y hasta dónde ha llegado [mi] fortaleza y capacidad de no rendir[me]". 

Hoy me recuerdo de lo que soy capaz.

Desde mantenerme con vida todos los días hasta cumplir los sueños que Solecito pequeña no imaginaba, pero quería.

Hoy me recuerdo que un día fui a comprar un libro y salí con servicio social. Me recuerdo que quise cerrar Sunshine y amplié mi catálogo. Me recuerdo que puedo y sé partirme en veinte pedacitos por ser independiente. Me recuerdo que sé sacarme del fondo. Me recuerdo que puedo conmigo y con el gato. Me recuerdo que soy fuerte, valiente, atrevida, persistente, importante. Me recuerdo mi fe.

Me recuerdo que siempre es un buen momento para iniciar de nuevo y que si las puertas se cierran me rompo la ventana (literalmente). Me recuerdo que sano rápido y sobre todo, que nunca estoy sola.

Por todo esto que agradezco y por lo que estoy por iniciar, feliz cumpleaños, Solecito.

miércoles, 3 de marzo de 2021

Él, maldito mentiroso y traidor.

Mike, Michelangelo, mi angel.
Ya casi han pasado ocho años desde que te fuiste y aún encuentro tu aroma por las calles, aún pienso en los lugares tan especiales que recorrimos y la trayectoria de tu compañia es latente.
¿Recuerdas cómo nos conocimos? Vlad y Kar te llevaron a pandillas casi contra tu voluntad. Tu inicio de conversación fue "tienes bonita voz y bonitos ojos". 
Luego, las imprudencias de Vlad y tu segunda en ellas, me recordaron mi sensibilidad y cuando lloré, creaste una serie de chistes malos porque "esos ojitos no deberían llorar nunca" ahora que lo pienso, ¡Eres un maldito hipócrita! Me hiciste llorar muchas noches después, pero claro, nunca lo supiste, ni lo sabrás.

Un día. llegaste a mi escuela, cuando era mi hora de salida, tomaste mi mano y esa fue tu declaración de amor; sencilla, directa, bonita. 
Siempre llegabas a verme después de eso, y debo admitir que nuestros quince o veinte minutos verdaderamente me hacían la niña más feliz en la tierra, nunca podías mantenerte un minuto sin tomar mi mano desde que nos veíamos hasta tu despedida, y en lugar de besar mi boca o mi mejilla, era mi mano. Siempre fue mi mano.

Me sorprende cómo pasa el tiempo, salía por la puerta pequeña y me llevabas a un árbol, nuestro árbol. ha crecido mucho estos años, antes parecía una ramita flacucha que podía sostenerse pero no podía ni soportar un peso adicional. ¿recuerdas cuando rompiste una rama para que sostuviera tu mochila? no paramos de reír aquél día. Te habría encantado ahora, puedes recargarte cómodamente con la certeza de que no se caerá. podría sostener dos mochilas como la tuya sin ningún problema, pero eres demasiado estúpido e impulsivo. Nunca verás ese árbol otra vez.

Ahora que lo pienso, también te gustarían los teléfonos inteligentes que se crearon estos últimos años, habrían servido más que el teléfono local todas las noches después de tus horas de escuela o mientras estabas en ella por las tardes. No tenías que hablar con mi papá cuando descolgaba el teléfono, ni debiste fingir ser mi amigo. Habrías hablado directamente conmigo todas esas veces, hubiéramos hablado un día más, quizá...

También habrían servido para tomarnos al menos una foto juntos, pero claro... Eso no se conocía como ahora. Los minutos entre tus clases y las mías eran tan breves que nunca consideramos tomar alguna foto con un teléfono prestado, ¿Para qué? ¿Quien perdía su tiempo con un dispositivo en ese entonces? Ojalá tú. Ojalá yo.

El día más inolvidable, siempre será cuando me besaste por primera vez; estabas muy nervioso ese día y solo me dijiste "cierra los ojos".
Posiblemente, fue lo más difícil que hicimos. Nunca había besado a nadie y tus nervios no eran de mucha ayuda. Pero fue especial. Lo hiciste tan especial, que solo me dabas un beso en momentos importantes.

Después de que te fuiste, quemé todos tus regalos, estaba enojada. No dijiste ni una palabra, no llamaste, simplemente te fuiste. Rompí los papelitos que decían "me fascinan tus ojitos" y "no olvides cuánto te quiero". Simplemente los rompí y quemé. Tenía mucha furia, no tenía con quién hablar. Me dirás de Kar, o al menos Vlad, al final, me entenderían, pero no. Ellos no. Tenían suficiente con ellos mismos, también les causaste problemas con toda la intención.

Te dolerá, pero también rompí con demasiada furia el cristal con azul que decía "te amo", ese no se pudo quemar, así que solo lo partí en muchos pedazos y debe estar en la basura. Me lo diste en el árbol, fue la primera vez que lo dijiste aunque con muchos nervios, hiciste que lo leyera y lo dijera yo primero, estúpido tramposo. Lo que restó de nuestros minutos los usaste para sonrojarme y burlarte todo el tiempo que pudiste. Siempre te iban bien los chistes malos. Nunca me dejaste llorar. ahí está el resultado; papeles y cristales rotos seguidos de muchas lagrimas. Todas las que no derramé contigo cayeron sin ti.

Kar y Vlad siempre me preguntaban que qué te había hecho, eras más feliz y cantabas, muy mal, por cierto, pero cantabas. A veces, dejaste de ir a clases con tal de estar conmigo esa hora en pandillas, siempre nos sorprendiste a Kar y a mí, ella se burlaba, pero también la hacíamos feliz. Al final, ella nos juntó.

Nadie pensaba que esa felicidad sería corta y temporal. La primavera no llegó con nosotros, te la llevaste. ¿Por qué terminamos? Nunca tuvo suficiente lógica, es un hueco que olvido aunque no lo recuerdo, solo... no está en mi mente. ¿Por qué se acabó? ¿Fui yo? ¿Tú? ¿Nosotros? Nunca me prometiste un siempre, te lo agradezco, pero... ¿Por qué pusiste ese anillo en mi mochila entonces? También lo tiré aunque me dolió más que todo lo demás, pero no lo pude recuperar, se esfumó para siempre, como tú.

El gusto de nuestro rompimiento me duró apenas una semana, no sabía que esa era la llovizna de la tormenta que causarías. Aprovechando, además, la ruptura de nuestros amigos. 

Vlad subió un estado muy peculiar: "bro, te veré en la otra vida".

Kar me dijo "no, no puede ser cierto, ayer vino a buscarme, se me declaró y pasamos toda la tarde juntos, me dijo que nos veríamos hoy"

Dos horas después, mi buzón tenía sus llamadas perdidas: "llámame", "sí es cierto".

No fue natural, te sui...daste.

Te odio.

Tu papá se aferró a mí varios minutos en la funeraria, estábamos tan pequeños... ¡CARAJO! ¡TENÍAS QUINCE AÑOS!


Kar y Vlad no tuvieron otra relación, nos separaste muy bien a los tres. Nos rompiste, pero ¿sabes? Kar hace las cosas que tú debiste probar y Vlad tiene los niños que habrías querido como sobrinos.


Muchas veces desperté en las noches, te soñaba, me decías que fuera contigo, que te hacía falta. Curiosamente, despertaba y sentía tu olor. Aún no lo olvido luego de tanto tiempo, nuestros abrazos siempre dejaban un pedacito en mí. Le diste mucha fuerza al acosador nocturno, por ratos, pensaba que eras tú.

La última vez, escuché la canción que me dedicaste y cantabas cada que nos veíamos, quemé el reportaje del periódico que tenía tu nombre y los datos y de dejé ir; estaba en mi cuarto con mi primer smatphone, puse la canción y te fuiste para siempre. Tu despedida duró dos años más que tu estupidéz, pero sé que te aferrabas y te arrepentías, pero eres tan idiota que no te esperaste a que la muerte te reclamara, la reclamaste tú.

¿Recuerdas la canción? Yo sí.

Ya van a ser nueve años en pocos días, a veces pienso en nuestro "¿y si...?" pero los hubiera no existen y ya no estás.

Aunque escucho esa canción más veces de las que quisiera admitir, ya no estás, no existes más, esta es mi carta de despedida, cuando alguien comparta tu aroma lo olvidaré, así como tu voz y la canción. Vete, no sabré más de ti. Haz lo que quieras, pero no vuelvas, porque si tú olvidas, si tú te fuiste y me dejaste aquí, ¿por qué tengo que llorarte y esperarte yo? 















domingo, 11 de agosto de 2019

El por qué

Una vida entera me esfocé por siempre esperar que las personas cambiaran, siempre me dejé ante las personas y nunca fui vengativa. inocentemente.
Después, en la secundaria decidí que era momento de detenerme, cambiar y le rompí la nariz a un chico que se burlaba de mí.
No conforme con ello, comencé a jugar con los sentimientos de las personas por un resentimiento permanente pero nunca fue la solución, ninguna de ellas.
Y llegó quien me hizo cambiar mi parecer. Logró dominar una parte sensible que pensé había perdido y nuevamente puse fe en una persona después.
Como era de esperarse las cosas no resultaron bien al final, por tres años me esforcé de distintas formas y sólo había falsas esperanzas, mentiras.
Lo último a lo que me enfrenté, parecía haber cambiado, sin embargo todo siguió igual o peor, recibí mi karma casi inmediatamente y lo pagué muy caro. Mi mejor amiga me hizo jurar que debía dejar de esperar algo de las personas radicalmente y con eso a dejar de esforzarme por algo, creo que (aunque me dolió al inicio) fue de las mejores decisiones que he tomado; "me rendí".

jueves, 4 de julio de 2019

¿Qué quieres?

Desesperada gritaba una y otra vez mientras limpiaba la ropa y el piso de lodo y agua.
-¡Ya madura! tienes cinco años, ¡no puedes revolcarte en el lodo cual cerdo, eso déjaselo a tu hermano de tres! ¡mira nada más! ¿te comiste la tierra también? ¡te dije que ya no lo hicieras! !qué cochina estás! ¡límpiate la cara!
Acto seguido le daba un par de nalgadas a su pequeña hija ignorando sus gritos y lágrimas.

Cuando la pequeña había salido del baño su mamá la abordó:
-¿Por qué no puedes portarte bien? ¿qué te hace falta? ¿qué quieres de mí?
-Que me quieras, mamá.

Por la noche las cuatro palabras de su hija rebotaban en su cabeza, no supo lidiar más con ello, la cuerda en su cuello lo demostraba.

Carta a mi mejor amiga

Voy a ser directo. Siempre te gusta puro pendejo y niño que no lo vale, y me incluyo, desde que teníamos 14 años los demás del grupo nos molestaban porque sabían que yo te gustaba y es porque en ese momento yo era un niño pendejo más, pero crecí y maduré, ¿coincidencia que dejara de gustarte? no lo creo.
Por alguna extraña razón a los niños no les gusta gustarle a las niñas, por esa razón nunca te di alas en ese momento, estaba bien jugar y correr por todos lados y hacer un montón de tonterías juntos, pero era solo juego, sin embargo cuando lo piensas algunos años después notas que las cosas y las personas cambian con el tiempo...
Sé que te gusta un chico aparentemente diferente, también lo conozco, pero precisamente porque lo conozco sé cómo es, desde una perspectiva que tú no conoces ni podrás conocer, veo cómo llega a insistirte por salir contigo y por verte de vez en cuando, tus mensajes y pláticas de él dicen mucho, pero no es el único en el mundo, sé que te hará sufrir, sé que no te va a gustar cómo es y sé que no me gusta verte sufrir y es lo que hará, intento protegerte de ti misma, te entregas en cuerpo y alma pero él nunca podrá darte la mitad de lo que tú darías, tienes amor inocente, te entregas totalmente de forma errónea.
Ya supéralo, él no te merece, no vale la pena, reacciona de una vez, no es el indicado, peleas demasiado por él, planeas darle todo pero él no da nada, ni siquiera confía en ti, ¿recuerads cuándo fue la última vez que tuvieron una buena plática? fue antes de tener sexo con él, ya sabes qué quiere de ti, ¿por qué esperas que pida más? era lo único que quería y ahora que lo obtuvo no peleará por más, simplemente olvídate de quién es, su persona, déjalo ser y vive por tu lado, vive independiente a él, por favor piénsalo dos veces, olvídate de todo lo que pasaron juntos, como si de un sueño hubiéramos hablado, olvídate del pasado que tuvieron, deja de estar pensando que podrías estar cerca de él, simplemente vive tu vida, encuentra a alguien mejor y sonríe, sonríe como si te estuviera viendo vivir sin él, sonríe como si realmente fueras tan feliz como aquella sonrisa y creé que es así como estás llevando tu vida, enteramente feliz.
Me descubrí de la nada viendo tus fotos, pensando cómo sería estar contigo, esperando que la notificación de mensajes tuviera tu nombre, deseando ser querida por ti, pero ese deseo entre más lo pienso más quiero que se disuelva, no quiero esperarlo, no quiero que se haga realidad, me encontré soñando contigo y deseando que pudiéramos cumplir todas nuestras fantasías día tras día, mirándote a los ojos mientras sonríes, pero... quiero, en verdad, quiero creer que solo serán fantasías, no puedo estar contigo y eso no lo decides tú, no puedo ni debo... aquí es en donde la parte racional debe existir, simplemente termina todo como es tu costumbre, no dejes que nada pase.
Ni cambiando de lugar esos mensajes hay descansos tuyos... Niña, date tu tiempo, puede haber una posibilidad. Solo respira, todo saldrá bien, confía en ti misma y deja de preocuparte por más.
Tenía escrito en su nota de suicidio...

martes, 28 de mayo de 2019

Una vez más...

Seguro que sabes qué es el amor; aquello que te hipnotiza y permite que cometas una serie de estupideces, sientas cosas en tu cuerpo al verle y sueltes una sonrisa idiota sin pensarlo cuando sus miradas se cruzan.. 
Esa es la parte bonita, sin embargo en esta historia hay algo más... 
Me enfrento a una situación adversa que demuestra que sin pensarlo dos veces, renunciaría a quien es mi primer amor sólo por ver su felicidad. ¿alguna vez has sentido que el mundo a tu alrededor se va destrozando y cae en picada sin la mínima solución aparente? Me entenderás. Sé que mis problemas no son los más fuertes, que hay personas que tienen peores situaciones a las que se enfrentan día a día, pero ella se convirtió en mi debilidad, mi punto vulnerable y mi zona de confort. La necesito como nunca pensé necesitar a nadie, la amo. Ahora lo confirmo... Aquí mi historia:
Me dedico a jugar con los sentimientos de las mujeres, tomarlas como objetos a veces en las fiestas, chicas de una noche y en esas fiestas ellas están de acuerdo. Pero llegó ella. En la escuela, desde que la vi por primera vez supe que ella sería diferente, que habría algo que me marcaría definitivamente. Su nombre rebotaba en mi cabeza al estar con alguna otra, sentía su cuerpo, sus besos. Sabía que jugaba con fuego porque su novio estudió en nuestra universidad, lo que es más, lo conocí, hablamos.
Antes de conocerlo me acerqué a ella, una mujer agradable, sociable y divertida. La mujer perfecta.
Al cabo de un tiempo, ya que sabía de aquella relación, no me limité. La besé. Fue el instante en el que el mundo se detuvo alrededor, a partir de ese momento todo fue diferente; se mostraba interesada en mí, me conocía más, dejé que conociera aquella parte que a nadie más le había mostrado de mi vida. 
Notaba que las cosas con su novio no iban bien, sin embargo trataba de no indagar mucho. Un par de veces no me contuve y le pregunté, pero lo evadía, no era tema sencillo. Traté de respetarlo. 
Yo seguía viéndola en los cuerpos de muchas, encontrándola en la luna cada noche al fumar. En cada canción de mis listas. Perfecta. Inalcanzable.
Sin resistirlo me las ingenié y la hice mía. Sólo existía ella. Aquella que había soñado días y noches era mía, me entregué completamente, la amé. Me cree una adicción que nadie más podría entender, la deseaba más que nunca. Lo sabía.
Cuando declaré lo que sentía por ella, me rechazó de una forma increíble y no fue por el compañerito de la universidad: 
"Me gustas y te quiero, pero mi primer amor regresó".
Internamente enloquecí. Él estaba casado ya, no había opción de que algo pudiera suceder a raíz de aquello. 
Todas las noches ambos platicaban.
Una vez desee a una mujer hermosa que se entregaba pasionalmente, la deseaba para mí y sabía que la poseían otros más "¿te imaginas? Una mujer que sabe jugar bien consigo y con dos hombres más, sería una mujer que cualquiera desearía tener, yo lo hago; te deseo." fueron mis palabras al proponerle una noche. Obvio la tuve, más de una vez. 
Mi mujer perfecta sabía cómo tener a su novio, extrañar a su ex y manipularme a su manera una y otra vez. Sin mostrar confusiones. La admiré porque con cada circunstancia sólo se hacía más perfecta para mí.
De pronto ya nada iba muy bien; dejó que su relación perfecta se arruinara; las cosas no iban nada bien. Lo que es peor, buscaba a aquél que amó puramente durante años como si una tragedia hubiera sucedido y ella se encargara de darle estabilidad y confort. 
Una temporada se propuso influir en mi vida, darme la estabilidad que yo tanto rechazaba a través de ella y dejar de bloquear cualquier sentimiento. Lo que no sabía es que al estar juntos, al poseerla conseguía eso y más, pero al contarme de su gran amor, arruinaba todo lo antes construido.
Soy un perro que sólo sabe jugar con los sentimientos de todo ser que le rodea.
Me mostró un punto vulnerable en su vida, aquél que nadie más conocía así como uno mío.
¿Quién ganaría influyendo en el otro?
Ella terminó su relación, él también.
Hoy estoy firmando como testigo para que se casen por el registro civil.

viernes, 19 de abril de 2019

¿Princesa de Ana y Mía?

No me lo creo, aún no, han pasado dos años y hasta la fecha no entiendo cómo llegó a tal extremo...

Durante 18 años la tuve en mi techo y nunca vi cambios en ella, desde que nació siempre fue muy feliz y animada, sí sufrió en la escuela durante un par de años, pero su madre y yo estuvimos al pendiente de ella, podía no tener amigos, podía ser ignorada por sus grupos, podía ser rara, pero era nuestra princesa en casa, hija única y consentida, valiosa para ambos, la luz de nuestra felicidad.
¿Cómo no me di cuenta de que estaba cambiando al cumplir sus tiernos 18? Ya no cantaba por las mañanas, ya no sonreía al llevarla a la escuela, solo miraba su teléfono, leía muchísimo, siempre estaba leyendo algo en su computadora o Smartphone, solo vivía para ellos, poco a poco noté que el gasto en comidas era ligeramente menor, no sé cómo me percaté de que dejó de usar la ropa que le regalaba porque "le quedaba grande", luego desperté por la madrugada, estaba en el baño, pensé que algo le había hecho daño, se quejaba de dolores de cabeza todo el tiempo, dejaba de quejarse al no hallar comida mientras su madre y yo trabajábamos, se quedaba en su habitación, pensé que estaba embarazada y decidí intentar hablar con ella, el domingo la llevé conmigo por las compras, sin decir nada la vi marearse, desmayarse, al cargarla para sacarla del lugar la noté drásticamente más ligera que hacía unos meses, le pregunté al doctor respecto al "bebé" y me dio la tarjeta de una psicóloga, mientras mi hija estaba en el hospital en un coma sin la mínima esperanza, su madre me mostró registros de compras de su teléfono: había hallado compras de fuertes pastillas para adelgazar, éstas estaban bajo su cama.