domingo, 11 de agosto de 2019

El por qué

Una vida entera me esfocé por siempre esperar que las personas cambiaran, siempre me dejé ante las personas y nunca fui vengativa. inocentemente.
Después, en la secundaria decidí que era momento de detenerme, cambiar y le rompí la nariz a un chico que se burlaba de mí.
No conforme con ello, comencé a jugar con los sentimientos de las personas por un resentimiento permanente pero nunca fue la solución, ninguna de ellas.
Y llegó quien me hizo cambiar mi parecer. Logró dominar una parte sensible que pensé había perdido y nuevamente puse fe en una persona después.
Como era de esperarse las cosas no resultaron bien al final, por tres años me esforcé de distintas formas y sólo había falsas esperanzas, mentiras.
Lo último a lo que me enfrenté, parecía haber cambiado, sin embargo todo siguió igual o peor, recibí mi karma casi inmediatamente y lo pagué muy caro. Mi mejor amiga me hizo jurar que debía dejar de esperar algo de las personas radicalmente y con eso a dejar de esforzarme por algo, creo que (aunque me dolió al inicio) fue de las mejores decisiones que he tomado; "me rendí".

jueves, 4 de julio de 2019

¿Qué quieres?

Desesperada gritaba una y otra vez mientras limpiaba la ropa y el piso de lodo y agua.
-¡Ya madura! tienes cinco años, ¡no puedes revolcarte en el lodo cual cerdo, eso déjaselo a tu hermano de tres! ¡mira nada más! ¿te comiste la tierra también? ¡te dije que ya no lo hicieras! !qué cochina estás! ¡límpiate la cara!
Acto seguido le daba un par de nalgadas a su pequeña hija ignorando sus gritos y lágrimas.

Cuando la pequeña había salido del baño su mamá la abordó:
-¿Por qué no puedes portarte bien? ¿qué te hace falta? ¿qué quieres de mí?
-Que me quieras, mamá.

Por la noche las cuatro palabras de su hija rebotaban en su cabeza, no supo lidiar más con ello, la cuerda en su cuello lo demostraba.

Carta a mi mejor amiga

Voy a ser directo. Siempre te gusta puro pendejo y niño que no lo vale, y me incluyo, desde que teníamos 14 años los demás del grupo nos molestaban porque sabían que yo te gustaba y es porque en ese momento yo era un niño pendejo más, pero crecí y maduré, ¿coincidencia que dejara de gustarte? no lo creo.
Por alguna extraña razón a los niños no les gusta gustarle a las niñas, por esa razón nunca te di alas en ese momento, estaba bien jugar y correr por todos lados y hacer un montón de tonterías juntos, pero era solo juego, sin embargo cuando lo piensas algunos años después notas que las cosas y las personas cambian con el tiempo...
Sé que te gusta un chico aparentemente diferente, también lo conozco, pero precisamente porque lo conozco sé cómo es, desde una perspectiva que tú no conoces ni podrás conocer, veo cómo llega a insistirte por salir contigo y por verte de vez en cuando, tus mensajes y pláticas de él dicen mucho, pero no es el único en el mundo, sé que te hará sufrir, sé que no te va a gustar cómo es y sé que no me gusta verte sufrir y es lo que hará, intento protegerte de ti misma, te entregas en cuerpo y alma pero él nunca podrá darte la mitad de lo que tú darías, tienes amor inocente, te entregas totalmente de forma errónea.
Ya supéralo, él no te merece, no vale la pena, reacciona de una vez, no es el indicado, peleas demasiado por él, planeas darle todo pero él no da nada, ni siquiera confía en ti, ¿recuerads cuándo fue la última vez que tuvieron una buena plática? fue antes de tener sexo con él, ya sabes qué quiere de ti, ¿por qué esperas que pida más? era lo único que quería y ahora que lo obtuvo no peleará por más, simplemente olvídate de quién es, su persona, déjalo ser y vive por tu lado, vive independiente a él, por favor piénsalo dos veces, olvídate de todo lo que pasaron juntos, como si de un sueño hubiéramos hablado, olvídate del pasado que tuvieron, deja de estar pensando que podrías estar cerca de él, simplemente vive tu vida, encuentra a alguien mejor y sonríe, sonríe como si te estuviera viendo vivir sin él, sonríe como si realmente fueras tan feliz como aquella sonrisa y creé que es así como estás llevando tu vida, enteramente feliz.
Me descubrí de la nada viendo tus fotos, pensando cómo sería estar contigo, esperando que la notificación de mensajes tuviera tu nombre, deseando ser querida por ti, pero ese deseo entre más lo pienso más quiero que se disuelva, no quiero esperarlo, no quiero que se haga realidad, me encontré soñando contigo y deseando que pudiéramos cumplir todas nuestras fantasías día tras día, mirándote a los ojos mientras sonríes, pero... quiero, en verdad, quiero creer que solo serán fantasías, no puedo estar contigo y eso no lo decides tú, no puedo ni debo... aquí es en donde la parte racional debe existir, simplemente termina todo como es tu costumbre, no dejes que nada pase.
Ni cambiando de lugar esos mensajes hay descansos tuyos... Niña, date tu tiempo, puede haber una posibilidad. Solo respira, todo saldrá bien, confía en ti misma y deja de preocuparte por más.
Tenía escrito en su nota de suicidio...

martes, 28 de mayo de 2019

Una vez más...

Seguro que sabes qué es el amor; aquello que te hipnotiza y permite que cometas una serie de estupideces, sientas cosas en tu cuerpo al verle y sueltes una sonrisa idiota sin pensarlo cuando sus miradas se cruzan.. 
Esa es la parte bonita, sin embargo en esta historia hay algo más... 
Me enfrento a una situación adversa que demuestra que sin pensarlo dos veces, renunciaría a quien es mi primer amor sólo por ver su felicidad. ¿alguna vez has sentido que el mundo a tu alrededor se va destrozando y cae en picada sin la mínima solución aparente? Me entenderás. Sé que mis problemas no son los más fuertes, que hay personas que tienen peores situaciones a las que se enfrentan día a día, pero ella se convirtió en mi debilidad, mi punto vulnerable y mi zona de confort. La necesito como nunca pensé necesitar a nadie, la amo. Ahora lo confirmo... Aquí mi historia:
Me dedico a jugar con los sentimientos de las mujeres, tomarlas como objetos a veces en las fiestas, chicas de una noche y en esas fiestas ellas están de acuerdo. Pero llegó ella. En la escuela, desde que la vi por primera vez supe que ella sería diferente, que habría algo que me marcaría definitivamente. Su nombre rebotaba en mi cabeza al estar con alguna otra, sentía su cuerpo, sus besos. Sabía que jugaba con fuego porque su novio estudió en nuestra universidad, lo que es más, lo conocí, hablamos.
Antes de conocerlo me acerqué a ella, una mujer agradable, sociable y divertida. La mujer perfecta.
Al cabo de un tiempo, ya que sabía de aquella relación, no me limité. La besé. Fue el instante en el que el mundo se detuvo alrededor, a partir de ese momento todo fue diferente; se mostraba interesada en mí, me conocía más, dejé que conociera aquella parte que a nadie más le había mostrado de mi vida. 
Notaba que las cosas con su novio no iban bien, sin embargo trataba de no indagar mucho. Un par de veces no me contuve y le pregunté, pero lo evadía, no era tema sencillo. Traté de respetarlo. 
Yo seguía viéndola en los cuerpos de muchas, encontrándola en la luna cada noche al fumar. En cada canción de mis listas. Perfecta. Inalcanzable.
Sin resistirlo me las ingenié y la hice mía. Sólo existía ella. Aquella que había soñado días y noches era mía, me entregué completamente, la amé. Me cree una adicción que nadie más podría entender, la deseaba más que nunca. Lo sabía.
Cuando declaré lo que sentía por ella, me rechazó de una forma increíble y no fue por el compañerito de la universidad: 
"Me gustas y te quiero, pero mi primer amor regresó".
Internamente enloquecí. Él estaba casado ya, no había opción de que algo pudiera suceder a raíz de aquello. 
Todas las noches ambos platicaban.
Una vez desee a una mujer hermosa que se entregaba pasionalmente, la deseaba para mí y sabía que la poseían otros más "¿te imaginas? Una mujer que sabe jugar bien consigo y con dos hombres más, sería una mujer que cualquiera desearía tener, yo lo hago; te deseo." fueron mis palabras al proponerle una noche. Obvio la tuve, más de una vez. 
Mi mujer perfecta sabía cómo tener a su novio, extrañar a su ex y manipularme a su manera una y otra vez. Sin mostrar confusiones. La admiré porque con cada circunstancia sólo se hacía más perfecta para mí.
De pronto ya nada iba muy bien; dejó que su relación perfecta se arruinara; las cosas no iban nada bien. Lo que es peor, buscaba a aquél que amó puramente durante años como si una tragedia hubiera sucedido y ella se encargara de darle estabilidad y confort. 
Una temporada se propuso influir en mi vida, darme la estabilidad que yo tanto rechazaba a través de ella y dejar de bloquear cualquier sentimiento. Lo que no sabía es que al estar juntos, al poseerla conseguía eso y más, pero al contarme de su gran amor, arruinaba todo lo antes construido.
Soy un perro que sólo sabe jugar con los sentimientos de todo ser que le rodea.
Me mostró un punto vulnerable en su vida, aquél que nadie más conocía así como uno mío.
¿Quién ganaría influyendo en el otro?
Ella terminó su relación, él también.
Hoy estoy firmando como testigo para que se casen por el registro civil.

viernes, 19 de abril de 2019

¿Princesa de Ana y Mía?

No me lo creo, aún no, han pasado dos años y hasta la fecha no entiendo cómo llegó a tal extremo...

Durante 18 años la tuve en mi techo y nunca vi cambios en ella, desde que nació siempre fue muy feliz y animada, sí sufrió en la escuela durante un par de años, pero su madre y yo estuvimos al pendiente de ella, podía no tener amigos, podía ser ignorada por sus grupos, podía ser rara, pero era nuestra princesa en casa, hija única y consentida, valiosa para ambos, la luz de nuestra felicidad.
¿Cómo no me di cuenta de que estaba cambiando al cumplir sus tiernos 18? Ya no cantaba por las mañanas, ya no sonreía al llevarla a la escuela, solo miraba su teléfono, leía muchísimo, siempre estaba leyendo algo en su computadora o Smartphone, solo vivía para ellos, poco a poco noté que el gasto en comidas era ligeramente menor, no sé cómo me percaté de que dejó de usar la ropa que le regalaba porque "le quedaba grande", luego desperté por la madrugada, estaba en el baño, pensé que algo le había hecho daño, se quejaba de dolores de cabeza todo el tiempo, dejaba de quejarse al no hallar comida mientras su madre y yo trabajábamos, se quedaba en su habitación, pensé que estaba embarazada y decidí intentar hablar con ella, el domingo la llevé conmigo por las compras, sin decir nada la vi marearse, desmayarse, al cargarla para sacarla del lugar la noté drásticamente más ligera que hacía unos meses, le pregunté al doctor respecto al "bebé" y me dio la tarjeta de una psicóloga, mientras mi hija estaba en el hospital en un coma sin la mínima esperanza, su madre me mostró registros de compras de su teléfono: había hallado compras de fuertes pastillas para adelgazar, éstas estaban bajo su cama.

Recuérdame

Despierta dudosa por los ruidos a su alrededor, mirando la serie de fotos y mensajes en su pared "feliz cumpleaños", "mejórate pronto" "mejores amigas" "te quiero" pero no puede recordar muchos de los momentos que en sus fotos se muestran, como evidencia las fotos y nada más, esos amigos ya son irreconocibles, ¿qué está pasando? Desesperada de hacer muchos intentos fallidos para recordar, a su alcance encuentra su teléfono en una habitación blanca, ¿dónde está? toma foto de el recuerdo que más le causa intriga, su novio al lado, él fríamente responde "nuestra última salida antes de terminar hace dos años" ¿qué está sucediendo? Marca a su padre, a su madre pero no responden, a su hermano pero el número pertenece a alguien más, entra su primo diciéndole del accidente en su casa que acabó con la vida de todos, y mientras sale para buscar a una enfermera, ella hace un último esfuerzo en vano para recordar, enojada consigo decide simplemente remarcar con una jeringa sobre su brazo las cicatrices de su adolescencia con la fuerza de toda su desesperación, sangre empieza a fluir y cierra los ojos, al abrirlos encuentra a su familia esperando para darle un abrazo.

¿Miedo?

"Está sólo en mi cabeza" se había dicho, sin embargo los trastes pagaron mucho de su desahogo.
"Me sorprende cómo una acción tan simple como azotar un par de trastes puede reflejar toda una serie de pensamientos" decía ella para sus adentros. 
-Los trastes no tienen la culpa- decidió decir finalmente con la voz más suave que encontró, debía ser meticulosa, cautelosa, lo más que pudiera. Cualquier movimiento o palabra en falso acabaría por despertar finalmente toda su ira.
Él la miró directamente a los ojos -¿Quieres que me desquite con otra cosa?- respondió agresivo. Su mirada reflejaba resentimiento, coraje, enojo. Furia. 
Se quedó callada en su lugar. Tenía miedo de decir más, sabía que rompería en llanto ante el menor detalle.
Sin decir más subió a su habitación y sobre la cama prosiguió con su huida habitual. No lloró, apretó sus manos lo más fuerte que pudo sobre su cadera hasta sentir un poco de humedad sobre sus dedos, ni así se detuvo, aquél dolor podía inhibir en gran parte cualquier otro sentimiento, trataba de concentrarse en ello. Viejas costras y heridas le ayudaban a concentrarse. Le dolía, es más que obvio, pero creía que todo era su culpa, y lo que es más, ya no sabía cómo proceder... 
Llegando a la habitación, él enojado desconectó aquellos audífonos del móvil tratando de captar mínima atención. Sabía que era todo su culpa, sin embargo el ego de un hombre nunca se permite asumir las consecuencias de sus actos.
-Tranquila, seguiremos intentando...- dijo él con un tono amable mientras sus manos secaban lágrimas de aquellas mejillas.

Tenía miedo, por mucho que se esforzara aquellos ojos café podían delatarla. Pero para su buena suerte, los ojos cegados por la furia nunca le permitirían entender aquellas expresiones. La mano de su novio sobre su cadera le provocó estremecerse, en parte por dolor, en parte por el temor que la invadía.
Por primera vez lo decidió. No se repetiría. Nunca.
"Si no puedes entender que hago todo mi esfuerzo, no sé qué demonios sigo haciendo aquí". Tomó su chamarra y lo dejó dudoso, sin pensarlo salió de aquella casa desconocida, recordaba cómo llegó, le servía lo suficiente, caminó sobre sus pasos por ese callejón abandonado hasta que mucho calor sobre su abdomen la invadió, al mismo tiempo un cosquilleo recorrió todo su cuerpo y luego un líquido se hizo presente sobre el calor que sentía.
-Todo acaba hoy, si no lo entiendes de una forma lo entenderás de otra.
Fue lo último que recuerda.

viernes, 11 de enero de 2019

¿Qué es un ocho llamado guitarra?

Caída ante tal belleza, dejándote llevar por un simple sonido, nadie más existe, hay ruido, hay luz, pero estás en esa pequeña burbuja impenetrable en donde tu única compañía es aquella guitarra vieja que ha sido tu acompañante por años, esa guitarra de concierto que sola te va guiando por el camino, tus dedos no te obedecen, la obedecen a ella como si de seres independientes habláramos. El concierto frente a ti no es un miedo, sabes que ella te acompañará.
Desde siempre, la música ha estado presente en la vida del hombre, ¿qué mejor manera de disfrutar música que interpretarla? la guitarra ha pasado por demasiadas modificaciones, pero  la forma de ocho que tiene refleja la sensualidad que el cuerpo femenino posee, es una obra de arte y un excelente interprete puede hacer maravillas con este aparentemente simple, pero grandioso instrumento.
Una guitarra es una fiel compañera del ser humano, casi como lo puede ser un pequeño perro o alguna otra mascota.
Esta guitarra puede ser la mejor forma de comunicación, una forma de dar confianza o expresar mejor que palabras lo que se puede sentir, un par de notas hacen grandes diferencias, aquellas grandiosas emociones que no cualquiera puede transmitir.
Una guitarra es un refugio, una escapatoria,  una personalidad, una fortaleza, una debilidad y hasta el verdadero yo.
Además, tocar en un concierto es una sensación inexplicable, todos te miran, pero te escuchan además, lo curioso es que no hablas, pero expresas demasiados sentimientos y una emoción inexplicable, aquella aventura que tomó años desarrollar a la perfección, es más inexplicable el saber que un pequeño pedazo de madera es el que te ha conducido hasta aquel concierto, cuando nadie importa más que tus manos deslizándose por ese instrumento de una forma sutil cual romance, en donde aquella guitarra y tú son uno solo, ese íntimo momento de gozar cómo las manos se deslizan antes de pensarlo, el camino perfecto para llegar a ese lugar donde nadie más existe al lado de aquella guitara, el reconocimiento no importa, el dinero y la fama mucho menos. Un par de manos son lo importante porque es lo que eres; música.
Esa conección que nadie entenderá hasta experimentarla, ese don que te fue regalado y no a alguien más, déjate llevar por esas cuerdas, por aquel sonido tan armonioso, una, dos, mil veces y un millón más hasta fundirte con ella; la música.

https://www.youtube.com/watch?v=dmc6KV0_UVM